¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de
tus dones y frutos.
Haz por favor que yo sea consciente y con el don de la Sabiduría, tener este gusto
por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.
Que sepa, con el don
del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad
cristiana.
Que, con el don del
Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y
salvarme.
Que el don de
Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el
camino de la salvación.
Que sepa con el don de
Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero,
descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el don de
Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea
misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el
don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos
de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.
Lléname, sobre todo, de
tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de
unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de
tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
II
Ven Espíritu Santo, llena mi corazón y enciende
en el fuego de tu Amor. Escucha mis súplicas, y envía sobre mí tus dones, como los enviaste sobre
los Apóstoles el día de Pentecostés.
Espíritu de Verdad, te
ruego me llenes del don de Entendimiento, para penetrar las verdades reveladas,
y así aumentar mí fe; distinguiendo con su luz lo que es mejor para mi mayor bien y
el de todos los involucrados
Espíritu Sempiterno, te
ruego me llenes del don de Ciencia, para sentir con la Iglesia en la estima de
las cosas terrenas, y así aumentar mi esperanza; viviendo para los valores
eternos.
Espíritu de Amor, te
ruego me llenes del don de Sabiduría, para que saboree cada día más con qué
infinito Amor soy amado, y así aumente mi caridad a Dios y al prójimo; actuando
siempre movido por ella.
Espíritu Santificador,
te ruego me llenes del don de Consejo, para obrar de continuo con prudencia;
eligiendo las palabras y acciones más adecuadas a la santificación mía y de los
demás.
Espíritu de Bondad, te
ruego me llenes del don de Piedad, para practicar con todos la justicia; dando
a cada uno lo suyo: a Dios con gratitud y obediencia, a los hombres con
generosidad y amabilidad.
Espíritu Omnipotente, te
ruego me llenes del don de Fortaleza, para perseverar con constancia y
confianza en el camino de la perfección cristiana; resistiendo con paciencia
las adversidades.
Espíritu de Majestad, te
ruego me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar de las
tentaciones de los sentidos, y proceder con templanza en el uso de las
criaturas.
Divino Espíritu, por los
méritos de Jesucristo y la intercesión de tu Esposa, María Santísima, te
suplico que vengas a mi corazón y me comuniques la plenitud de tus dones, para
que, iluminado y confortado por ellos, viva según tu voluntad, muera entregado
a tu Amor y así merezca cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
III
Amor infinito y Espíritu Santificador:
Amor infinito y Espíritu Santificador:
Contra la necedad,
concédeme el Don de Sabiduría, que me libre del tedio y de la insensatez.
Contra la rudeza, dame
el Don de Entendimiento, que ahuyente tibiezas, dudas, nieblas, desconfianzas.
Contra la precipitación,
el Don de Consejo, que me libre de las indiscreciones e imprudencias.
Contra la ignorancia, el
Don de Ciencia, que me libre de los engaños del mundo, demonio y carne,
reduciendo las cosas a su verdadero valor.
Contra la pusilanimidad,
el Don de Fortaleza, que me libre de la debilidad y cobardía en todo caso de
conflicto.
Contra la dureza, el Don
de Piedad, que me libre de la ira, rencor, injusticia, crueldad y venganza.
Contra la soberbia, el
Don de Temor de Dios, que me libre del orgullo, vanidad, ambición y presunción.