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viernes, 13 de noviembre de 2015

Mateo 7:24-29, El sabio pone en práctica el sermón del monte



I. La importancia de oír. "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras".
          A. Mat. 13:9, "El que tiene oídos para oir, oiga". Mar. 4:24, "Mirad lo que oís". Luc. 8:18, "Mirad cómo oís".
          B. Rom. 10:17, "Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios". Por lo tanto, es sumamente importante oír las palabras de Cristo. Muchísimas personas no las oyen. La Biblia para ellos es libro desconocido, es un libro cerrado. La Biblia ni siquiera se encuentra en muchos hogares, y en muchos otros es puro ornamento. Los humanistas hacen burla de estas enseñanzas para destruir todo aspecto de la moralidad bíblica para promover el libertinaje.
          C. Entre los que oyen estas palabras, hay cuatro clases de oyentes (Mat. 13:3-9, 18-23). Esta parábola indica que la mayoría de los oyentes no aprovechan las grandes bendiciones que Jesús ofrece.
II. Y las pone en práctica (La Biblia de las Américas).
          A. Es una gran bendición oír la palabra de Cristo, pero no basta con solamente oír.
          B. Muchos están contentos con solamente oír la palabra y leerla. Existe una actitud muy peligrosa con respecto a oír la palabra. Muchas personas leen la Biblia, permiten que se les presente estudios bíblicos, y aun asisten a las reuniones. Pero hasta allí llegan. Dicen que reciben una gran bendición porque leen y oyen la palabra. Se sienten muy contentos, muy bendecidos por hacerlo. Después de oír una lección dicen, ¡Qué bonito fue el sermón! ¡Me gustó mucho! No dejan de aplaudir al maestro o predicador, pero creen que basta con solamente oír.
          C. "La gente se admiraba". La gente que escuchó el Sermón del Monte se admiraba de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Reconocieron que Jesús no decía, "Así dice el Rabí Hillel", o "Así dice el Rabí Shammai", etc., sino que dijo, "Pero yo os digo". La palabra EKPLESSO, traducida "admirarse", es palabra fuerte. "De EK, fuera de, PLESSO, golpear, lit., golpear afuera, significa estar sumamente chocado en la propia mente de uno, estar atónito". Es semejante a la expresión "sacar de las casillas". Quedaron boquiabiertos.
          D. Pero ¿cuántos de ellos ponían en práctica este sermón? Es lo que Jesús buscaba y busca. El no busca personas que simplemente "se admiren" de El y de su doctrina. El no vino al mundo para exhibir su talento y capacidad como el Maestro de maestros. El busca el verdadero discipulado.
          E. Las palabras importantes son hacer, obedecer, poner en práctica. Esto es lo que El busca. Véanse Mat. 6:10; 7:21, 24; 12:50; Luc. 6:46; 11:28; Jn. 7:17; Rom. 2:13; 1 Jn. 3:7, etc.
          F. ¿Poner en práctica que cosa? "Estas palabras", el Sermón del Monte, y, desde luego, por extensión, todas sus enseñanzas.
III. El hombre sabio (prudente) es el que pone en práctica estas enseñanzas.
          A. Hay muchos "sabios" que no son sabios. Job 32:9, "No siempre los grandes son sabios" (VM). Los de años avanzados deben ser sabios, pero la mayoría de ellos ni siquiera obedecen al evangelio. El mundo ha sido bendecido por hombres muy sabios en su campo de estudio (científicos, médicos, matemáticos, etc.), pero esto no necesariamente significa esto que los tales poseen la sabiduría verdadera. Se cree a veces que si alguno de éstos habla sobre asuntos religiosos, deben escucharse con mucho respeto. Pero, por lo contrario, "el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría" (1 Cor. 1:21). "Profesando ser sabios, se hicieron necios" (Rom. 1:22). Hay muchísimos profesores que no son nada sabios en el sentido de Mat. 7:24, sino más bien se identifican con los insensatos del texto.
          B. La Biblia habla mucho acerca de la sabiduría verdadera.
                   1. Prov. 9:10, "El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia".
                   2. Prov. 9:8,9, "No reprendas al escarnecedor, para que no te aborreza; Corrige al sabio, y te amará". Es precisamente lo que Jesús hace en el Sermón del Monte, nos corrige, quiere cambiarnos. El sabio acepta la corrección.
                   3. Prov. 9:9, "Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber". Así dice Pablo (2 Tim. 3:15), "desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús".
                   4. Los sabios son los que siempre están preparados. Mat. 25:1-13, las cinco vírgenes prudentes o sabias eran las que estaban preparadas. Los sabios están preparados y listos para la venida del Señor (o para la muerte). No es "sabio" posponer esta preparación.
          C. Debemos mostrar la sabiduría en la conducta. Sant. 3:13, "¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre". Es exactamente lo que Jesús dice en Mat. 7:24; es necesario poner en práctica estas enseñanzas para ser sabio. Léase Santiago 3:13-18, un buen comentario sobre la necesidad de poner en práctica el Sermón de Monte: "Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica". Estos no son sabios porque no ponen en práctica las bienaventuranzas (no son misericordiosos, no son de limpio corazón, no son pacificadores, etc.); tampoco practican Mat. 5:21-24. Sant. 3:16,17, "Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía". Este texto suena como comentario sobre Mat. 5:38-48. Santiago dice la misma cosa que Jesús en Mat. 7:24, los únicos sabios son los que siguen la sabiduría "que es de lo alto" y ponen en práctica las hermosas enseñanzas del Sermón del Monte. La conducta del sabio muestra la divina sabiduría que dirige su vida.
          D. Los sabios no tropezarán. Prov. 4:10-13, "Oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida. Por el camino de la sabiduría te he conducido, por sendas de rectitud te he guiado. Cuando andes, tus pasos no serán obstruidos, y si corres, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida" (BAS). ¡Es la pura verdad! ¡Es consejo práctico! La práctica del Sermón del Monte evitará y eliminará muchísimos problemas en esta vida, problemas en el hogar, problemas en la iglesia, y aun problemas con los del mundo. Es una conducta sana y noble, digna de aceptación entre todos. Es una vida de sinceridad y de conducta honrada. También es una vida de visión clara y una vida sin afán. Estas palabras de Jesús nos traen pura bendición, ¡bendiciones inefables!
IV. Los dos fundamentos (cimientos).
          A. La casa de esta ilustración es la vida, el carácter, la preparación.
          B. El sabio o prudente, el que pone en práctica las palabras de Jesús, "cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca" (Luc. 6:48), un fundamento firme y duradero. 1 Jn. 2:17, "el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre". Prov. 12:7, "la casa de los justos permanecerá firme".
          C. El insensato, el que no pone en práctica estas enseñanzas, "edificó su casa sobre la arena".
V. Vienen las pruebas de la vida.
          A. Descendió lluvia, vinieron ríos (los torrentes, una inundación) y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra (azotaron) las dos casas. Este lenguaje indica fuertes pruebas. Todos son azotados y sacudidos por contratiempos, problemas, dificultades, aflicciones, tribulaciones de toda clase. La vida es una prueba. Es una disciplina, una escuela de preparación.
          B. Los que ponen en práctica las enseñanzas de Jesús aguantan y soportan todas las pruebas de la vida, los demás no. El obedecer o no obedecer es el fundamento, la base, de la vida. Determina todo el curso de la vida.
          C. ¿En qué sentido somos probados? Pensando en el contexto, o sea, en el mismo Sermón del Monte, considérense los siguientes pensamientos:
                   1. La prueba del carácter. El carácter de todos se sujeta a duras pruebas todos los días, en el hogar, en el trabajo, en la escuela, y en todas las relaciones y actividades de la vida. Las tentaciones y pruebas, como tormentas violentas, nos azotan y atacan los cimientos de la vida. Los vientos y las inundaciones que nos sacuden y azotan prueban y manifiestan la clase de fundamento que escogimos para nuestra casa. Pero el carácter desarrollado y afinado por las bienaventuranzas y las demás enseñanzas del Sermón del Monte soporta todo ataque contra el alma. Esta "casa" resiste porque está cimentada sobre la Roca que es Cristo.
                   2. La influencia está probada (Mat. 5:13-16). Nuestra influencia es probada todos los días. ¿Somos en verdad la sal de la tierra, la luz del mundo? El fundamento determina esto. La obediencia es el fundamento sólido que produce la buena influencia. La falta de obediencia destruye la influencia.
                   3. La prueba de nuestra relación con otros (Mat. 5:21-48). Los que no practican las enseñanzas de Jesús hacen las obras de la carne (Gál. 5:19-21). Los problemas y conflictos de la vida solamente producen odio, amargura y pleitos entre hombres. La casa de estos es azotada por los vientos y ríos de pasiones humanas y cae. Pero los que ponen en práctica las enseñanzas de Jesús llevan el fruto del Espíritu (Gál. 5:22,23).
                   4. La prueba de la confianza. (Mat. 6:19-34; 7:7-11). ¿Confiamos en Dios o en las cosas materiales? ¿A cuál de los dos servimos? ¿Nos preocupamos (nos afanamos) por las cosas materiales o por los asuntos del reino? Todos son probados en este sentido todos los días. Job 14:1, 2, "El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones, como una flor brota y se marchita, y como una sombra huye y no permanece" (BAS). La vida está llena de problemas serios. Hay enfermedades, aflicciones, pérdidas, quiebras, desempleo, revoluciones y toda clase de "turbaciones". ¿En quién o en qué confiaremos? ¿Adónde iremos para buscar ayuda y apoyo? Así somos probados.¿Resistirá la casa o caerá?
          5. De esta manera nuestra casa (vida) es probada con respecto a todas las enseñanzas de Jesús. Seguimos en pie si las obedecemos, caemos si no.
Conclusión.
          A. Por lo tanto, los que no ponen en práctica estas palabras no son sabios, sino insensatos. Por educados que sean son insensatos. Construyen su casa como casa de verano en lugares placenteros pero sin tomar en cuenta las pruebas de la vida.
          B. Job 8:13-15, "Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del impío perecerá; porque su esperanza será cortada, y su confianza es tela de araña. Se apoyará él
en su casa, mas no permanecerá ella en pie; se asirá de ella, mas no resistirá".
          C. Prov. 10:25, "Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; mas el justo permanece para siempre". (Véase 1 Jn. 2:17).
Preguntas sobre Mateo 7:24-29
          1. Jesús habla de los que "oyen" estas palabras. Estúdiense los siguientes textos para recordar la importancia de oir la palabra: Mat. 13:9; Mar. 4:24; Luc. 8:18; Rom. 10:17.
          2. En la parábola de Mat. 13:3-9, 18-23 nómbrense las cuatro clase de oyentes.
          3. ¿Por qué se contentan muchas personas con solamente oír?
          4. ¿Por qué se admiraba la gente de la enseñanza de Jesús?
          5. Estúdiense los siguientes textos que hablan de hacer la voluntad de Dios: Mat. 6:10; 7:21,24; 12:50; Luc. 6:46; 11:28; Jn. 7:17; Rom. 2:13; 1 Jn. 3:7.
          6. ¿Por qué no son sabios tantos hombres que son sabios según el mundo?
          7. Según Prov. 9:10, ¿cuál es el principio de la sabiduría?
          8. Según Prov. 9:8, 9 ¿cuál es la diferencia entre el sabio y otros?
          9. ¿Cuál es la lección principal en la parábola de las diez vírgenes? Mat. 25:1-13.
          10. Estúdiese Sant. 3:13-18 y explíquese cómo el cristiano muestra la sabiduría que es de lo alto.
          11. Jesús habla de los sabios cuya casa permanecerá. ¿Qué promesa hay para el sabio en Prov. 4:10-13?
          12. Descríbase cómo son probadas las casas del sabio y del insensato. Compárese también Luc. 6:48.
          13. Nómbrense varias pruebas de la vida, y explíquese cómo la obediencia a las enseñanzas del Sermón del Monte nos ayuda a resistirlas.

Mateo 7:21-23, No basta con decir, "Señor, Señor"



Introducción:
          A. Este texto es la continuación del asunto de cómo conocer a los falsos profetas. En los versículos anteriores hay énfasis sobre el fruto que llevan. En este texto hay contraste entre la profesión y la obra.
          B. Desde el ver. 15 hasta el ver. 27, Jesús concluye el Sermón de Monte con lenguaje de juicio.

I. No todo el que me dice Señor, Señor.

          A. ¿Qué significa (implica) esta frase? Es correcto llamarle "Señor, Señor" (Jn. 13:13) pero al decirlo debemos aceptar lo que implica: que Jesús es Soberano, el Gobernador, el Maestro y Guía de nuestra vida. El que no acepta lo que la palabra implica no debe decir, "Señor, Señor".
          B. Decimos "Señor, Señor" cuando cantamos, cuando oramos y en toda profesión de ser sus discípulos. Decimos "Señor, Señor" al llamarnos cristianos y miembros de la iglesia de Cristo. La profesión es hermosa, pero se requiere mucho más que la mera profesión. Nos conviene meditar sobre lo que significa.
          C. Implica que debe haber conocimiento. Primeramente debemos aprender de El (Mat. 11:29, 30; 28:19; Jn. 6:44, 45). Es imposible seguirle si no sabemos su voluntad.
          D. Implica la obediencia. No basta con oír la palabra. No basta con decir "Señor, Señor" (orando o profesando fe en Cristo). No basta con bautizarnos, porque el bautismo, siendo la muerte y la sepultura del "viejo ser" (la vida pasada) implica un cambio radical de vida, un verdadero arrepentimiento. La obediencia no es completa si no vivimos conforme a las enseñanzas del Sermón del Monte. Este sermón no es, como dicen algunos, una especie de "constitución" de la religión de Cristo, pero sí contiene enseñanzas básicas que deben gobernar nuestro corazón y nuestra conducta. Es muy importante aplicar Mat. 7:21 y Mat. 7:24 a este mismo sermón (como también al resto de las enseñanzas del Nuevo Testamento.
          E. Implica, pues, el reconocimiento de su autoridad.
II. Hay eficacia en la oración Del Justo, Sant. 5:16.
          A. Mat. 6:9-13; 7:7-11. Hay muchos textos que nos enseñan la importancia de orar sin cesar. En este estudio ya se ha dado mucha atención al tema.
          B. Todas las religiones dan mucha importancia a la oración: los judíos tenían sus horas de oración (los mahometanos siguen la práctica); los católicos rezan (el "Padrenuestro", la "Ave María"), contando las repeticiones; también los evangélicos rezan el "Padrenuestro" y otras oraciones.
          C. Solamente orar en casa. Muchísimas personas dicen que son creyentes, que pueden orar en casa, y que por eso no tienen que asistir a ninguna iglesia. El orar es su único acto de culto. (El asistir para cantar, para tomar la cena del Señor, para ofrendar, para estudiar la Biblia y para orar con otros no cuenta para ellos, no tiene importancia). El orar es su religión. Su creencia es semejante a la creencia de los que enseñan la salvación por "la fe sola"; escogen una sola cosa y le dan toda la importancia. Sin embargo, la obediencia no puede ser sustituida por el orar.
          D. El problema con esta actitud es que solamente ellos hablan (en oración), pero no dejan que Dios les hable a través de su palabra. Hablan pero no escuchan. Pero los que no escuchan a Dios no serán escuchados por Dios.
III. Pero muchos no dan a la obediencia el mismo énfasis que dan a la oración.
          A. Jesús da suma importancia a la obediencia. Estúdiense con cuidado los siguientes textos: Mat. 6:10, "hágase tu voluntad"; 7:21, "sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos"; 7:24, "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace"; 12:50, "Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre"; 21:31, "¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?"; Luc. 6:46, "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" Véanse también Jn. 7:17; Rom. 2:12, 13; Heb. 5:8, 9.
          B. Pero tantos hombres no le dan la misma importancia que Jesús le da. Más bien buscan el camino ancho en la religión, doctrinas que agradan a los hombres. Buscan su propia conveniencia.
          C. ¿Obedecer qué? Para comenzar, este mismo sermón tiene que ser obedecido y, por supuesto, toda la enseñanza del Nuevo Testamento. Jesús y Juan predicaron el arrepentimiento (es decir, el cambio de corazón y vida) y el bautismo para remisión de pecados, y en este sermón Jesús nos dice cómo cambiar. Nos dice los cambios necesarios. Todos hemos pecado y hemos vivido en el pecado. Estando en el mundo, no habíamos practicado estas enseñanzas.
          D. La prueba principal del amor es la obediencia. Jn. 14:21-24, "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama".
IV. ¿No hicimos grandes cosas en tu nombre?
          A. Hacer algo "en el nombre" de Jesús significa hacerlo "por su autoridad" y es imposible obrar por la autoridad de Jesús sin obrar conforme a sus enseñanzas. Desde luego, El no autoriza nada que contradiga su propia voluntad.
          B. Advertencias alarmantes. Mat. 24:24, "Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos". Obsérvese que Jesús dice que algunos no aprobados por Dios harán grandes señales y prodigios. 2 Tes. 2:9, Pablo habla de "señales y prodigiosmentirosos". ¿Cuántas personas hacen el esfuerzo por examinar tales "señales" y probar a los maestros que las hacen? Tantas personas simplemente se dejan engañar, y tendrán que sufrir las consecuencias.
          C. Se acabaron los dones. Las señales servían para confirmar el evangelio (Mar. 16:20; Hechos 14:3; Heb. 2:3, 4); por eso, las profecías iban a acabarse cuando "lo perfecto" (lo completo) llegaba (1 Cor. 13:7-10). Se refiere al Nuevo Testamento ya completado. Cuando Juan el apóstol escribió Apocalipsis a fines del primer siglo, se completó la revelación de Dios. Entonces también se acabaron las lenguas (1 Cor. 13:8) y los demás milagros que servían para confirmar la palabra. (Las lenguas eran por señal a los incrédulos, 1 Cor. 14:22).
          D. Por lo tanto, los que profesan recibir revelaciones modernas son falsos, como también los que profesan sanar enfermos y hablar en lenguas. Todos los dones se acabaron, porque ahora tenemos el Nuevo Testamento en su forma completa. Si los hombres todavía recibieran profecías, tendrían que agregarlas al Nuevo Testamento, y nadie se atreve a hacerlo. Esto indica que ellos mismos saben que no están recibiendo revelaciones. Son falsos.
          E. "En tu nombre echamos fuera demonios". No existen hoy en día demonios como aquellos que fueron echados fuera por Jesús y sus apóstoles. Aquellos demonios eran espíritus inmundos que tomaron posesión y control de algunas personas para atormentarlas. Tales demonios tenían ciencia sobrehumana, porque reconocían que Jesús era el Hijo de Dios (Mat. 8:29), cuando otros no lo reconocieron; algunos endemoniados no podían ser atados con cadenas (Mar. 5:4, 5), etc. Tal fenómeno no existe ahora. Es verdad que Satanás entra en muchas personas como entró en Judas (Jn. 13:27) y en Ananías (Hech. 5:3), pero lo hace con el permiso del individuo. No fue así en el primer siglo, pues tomaron control de la vida de muchos sin su permiso. Los que hablan ahora de echar fuera a los demonios de alguien habla locura. Satanás tiene control de muchas vidas, pero estos pueden y deben librarse de ese control.
          F. Así es que los que dicen que en el nombre de Jesús profetizan, echan fuera demonios y hacen milagros se engañan solos, a menos que sean charlatanes de los más viles que conscientemente engañan a la gente.
          G. Otras buenas obras. Muchos que no profesan profetizar, etc. en el nombre de Cristo, profesan hacer muchas buenas obras de benevolencia. La religión de mucha gente es hacer buenas obras (obras que según ellos son buenas), pero el hacer buenas obras no sustituye la obediencia.
          H. Una advertencia solemne. Recuérdese que todos los grupos religiosos enseñan "mucha Biblia". Aun los "testigos", por más que blasfemen a Cristo, enseñan cosas buenas. Algunas iglesias enseñan muchísimas cosas buenas y los miembros son en algunas cosas "muy buena gente", pero entre más el billete falso aparezca ser genuino, más peligroso es. Para matar ratones se usa un 98% de puro cereal y solamente un 2% de veneno, pero ese pequeño porcentaje de veneno mata.
V. "Entonces les declararé: nunca os conocí."
          A. ¡Que grande sorpresa para muchos! Desde luego, "Aquél Día" traerá muchas sorpresas. Multiplicados millones se sorprenderán porque ni siquiera creen que habrá Juicio Final. Otros creen que cuando Cristo venga establecerá su reino aquí en la tierra para reinar mil años (por eso siguen orando, "venga tu reino").
          B. Aun profetizaban, echaban fuera demonios e hicieron milagros. Tal vez estos serán más sorprendidos que nadie. Luc. 13:26, "Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste"; es decir, "nos conocíamos íntimamente".

          C. La palabra "declarar" es la palabra usada en Mat. 10:32. Si no le confesamos (haciendo su voluntad) El declarará que no nos conoce.
          D. "Nunca os conocí". La palabra "conocer" significa "aprobar". 1 Cor. 8:3, "si alguno ama a Dios, es conocido por él"; Gál. 4:9, "siendo conocidos de Dios"; 2 Tim. 2:19, "Conoce el Señor a los que son suyos". Significa una relación de aprobación. Véase también Mat. 25:12. Dice Cristo, "Nunca" os conocí. El nunca aceptó su "servicio" porque era "culto voluntario" (culto "en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres", Col. 2:22, 23).
          E. "Hacedores de maldad". "Maldad, ANOMIA, iniquidad, relacionado con ANOMOS, sin ley ... ANOMIA no es meramente infracción de la ley, sino su rechazo flagrante en rebeldía; actuar y vivir al margen de ella; Besson traduce más literalmente ... ilegalidad (y en nota al pie aclara: la anarquía). Esta definición de pecado expone su carácter esencial como el rechazamiento de la ley, o voluntad de Dios, y su sustitución por la voluntad de uno mismo". Es decir, obraban fuera de la autoridad de Cristo. Eran religiosos, hacían muchas cosas religiosas, aun practicaban buenas obras, pero no querían sujetarse a la autoridad de Jesús, sino la sustituían con la sabiduría humana.
          F. En "Aquél Día" Cristo quitará la máscara a todos los que solamente profesan servirle pero siempre hacían su propia voluntad y no la voluntad de Dios. Quitará el vestido de oveja y expondrá los lobos. Les hará ver que estaban en el camino ancho y no en el camino angosto.
Conclusión.
          A. No basta con simplemente DECIR "Señor, Señor". No basta con simplemente orar a Dios. El orar tiene gran eficacia, pero no puede sustituir la obediencia.
          B. Cristo será el Juez. Este texto nos hace ver claramente que nuestro Señor Jesucristo será el Juez en "Aquél Día". Muchos se sorprenderán al saber esto, porque dicen que Jesús era solamente un Buen Hombre, un Buen Maestro, etc.
          C. Muchos viven engañados, y morirán engañados, y en esa condición tendrán que comparecer delante del Señor.
          D. Este juicio será final. Es para siempre. "E irán estos al castigo eterno" (Mat. 25:46).
          E. ¡Nos urge oír el evangelio puro, aprenderlo y obedecerlo cuanto antes!
Preguntas sobre Mat. 7:21-23
          1. ¿Qué implica la expresión "Señor, Señor"?
          2. Cítense algunos textos que enfatizan la importancia del conocimiento.
          3. Al decir Jesús "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará, etc.", ¿menospreciaba la importancia de la oración?
          4. ¿Cómo demuestran las varias religiones que ponen mucha importancia en la oración?
          5. ¿Cómo demuestran algunos que para ellos el orar sustituye la obediencia?
          6. Cítense varios textos que enfatizan la importancia de la obediencia.
          7. En el momento de hablar Jesús de hacer "la voluntad de mi Padre que está en los cielos", ¿a qué se refería?
          8. ¿Cuál es la prueba principal del amor? Jn. 14:21-24.
          9. ¿Qué significa la expresión "en tu nombre"?
          10. ¿Es posible obrar en el nombre de Jesús sin aceptar su enseñanza?
          11. ¿Qué profetizó Jesús en Mat. 24:24? ¿Qué profetizó Pablo en 2 Tes. 2:9?
          12. ¿Cómo sabemos que los dones del Espíritu ya se acabaron? 1 Cor. 13:8-10.
          13. ¿Cuál era el propósito de los dones? Mar. 16:20; Hech. 14:3; Heb. 2:3, 4.
          14. ¿Existen "demonios" hoy en día como aquellos que existieron en el primer siglo? ¿Qué aprendemos en Mar. 5:4, 5 acerca de los endemoniados?
          15. Cuando Satanás entró en Judas (Jn. 13:27) y en Ananías (Hech. 5:3), ¿entró con o sin el permiso de ellos?
          16. Los hombres de este texto se sorprenderán en el Día de Juicio. ¿Por qué?
          17. Nómbrense otros casos de personas que se sorprenderán en Día de Juicio.
          18. ¿Habla Jesús de personas que habían sido cristianos? Explíquese su respuesta.
          19. ¿Qué significa la expresión "hacedores de maldad"? ¿Eran borrachos o qué?
          20. ¿Qué hay en este texto que refuta a los que dicen que Jesús era solamente un buen hombre o buen maestro?