Está es la afirmación que expresa la más absoluta lealtad al Padre, a nuestro Yo Superior, y al Cristo en nosotros. Yo Soy Perfecto (o perfecta). Sin embargo, los hay entre ustedes quienes no se sienten sinceros al expresarse así. Les voy a explicar, que si sienten dudas, es porque están contemplando a la Conciencia terrena, lo que llamaremos la conciencia carnal, y lo que es ésta jamás quiere aceptar lo espiritual. Es justo y natural. Se nos ha dado una conciencia carnal, terrena, para que podamos funcionar en lo material. Si no tuviéramos un intelecto y una conciencia terrena, ¿Cómo podríamos manejarnos en la Tierra? Seríamos fantasmas y no nos sentiríamos como si perteneciéramos a la Tierra. ¿Comprenden ustedes? Luego, sucede que ella (la conciencia terrena carnal) siempre está viendo los horrores que hacen los humanos, las guerras, las venganzas, los robos y los atracos, los crímenes, los engaños, el odio, el desamor, en fin, todo lo que vemos a diario en todas partes, en los periódicos, en la televisión, en la radio, etc., y ella piensa con suma razón: “¿Y cómo vamos a aceptar el dicho de que somos perfectos? ¡Pero si somos infames! ¿Dónde está lo perfecto?”. Y esto que acabo de decir seguramente que ustedes, en especial las y los principiantes, lo encuentran perfectamente justificado.
Pues no, no está justificado. A pesar de todo lo que aparenta justificarlo, ustedes ya saben que decirlo, o pensarlo siquiera, equivale a un decreto categóricamente negativo. Ustedes ya saben que la gran Verdad está en el espíritu, y que el espíritu es Perfecto. Ustedes ya saben que si declaran infame al Ser, y a través del Verbo ser, soy, somos, son están mintiendo además de que están sentando un decreto o ley que ha de manifestárseles en la vida. Y aquí está el clavo del asunto. Si ustedes, al declarar y decretar que algo es infame o imperfecto, saben muy bien que eso va a manifestarse, pues declaren o decreten lo contrario que es la Verdad, y también lo verán manifestado. Sobre todo que el repetirlo va formando el “momentum”, o ímpetu que le dará más y más fuerza para manifestarse lo más rápidamente. A medida que lo repiten; a medida de que ustedes recuerden a ustedes mismos que el Yo Superior es Perfecto y que esa es la Verdad, van grabando en el subconsciente y… el Verbo se hace carne; manifestándolo en todos los vehículos que ahora están creyendo la manifestación imperfecta.
Para que se vayan acostumbrando a la información comiencen diciendo: “Yo Soy potencialmente Divino y Perfecto”. Así están declarando la Verdad de todas las maneras, pero no se ofenden los oídos carnales que están creyendo la mentira de la imperfección. Además se ganan dos puntos maravillosos con esa información. El primero es que se nos eleva la conciencia, cosa que tanto insistimos en que hagan ustedes, segundo que da una euforia y una alegría tan agradable que es para recomendarles que empleen la afirmación para curarse del mal humor y de la murria cuando les ataque.
Para que se vayan acostumbrando a la información comiencen diciendo: “Yo Soy potencialmente Divino y Perfecto”. Así están declarando la Verdad de todas las maneras, pero no se ofenden los oídos carnales que están creyendo la mentira de la imperfección. Además se ganan dos puntos maravillosos con esa información. El primero es que se nos eleva la conciencia, cosa que tanto insistimos en que hagan ustedes, segundo que da una euforia y una alegría tan agradable que es para recomendarles que empleen la afirmación para curarse del mal humor y de la murria cuando les ataque.
Conny Méndez.